31 No os dirijáis a los nigromantes, ni consultéis a los adivinos
haciéndoos impuros por su causa. Yo, Yahveh, vuestro Dios.
32 Ponte en pie ante las canas y honra el rostro del anciano; teme a tu
Dios. Yo, Yahveh.
33 Cuando un forastero resida junto a ti, en vuestra tierra, no le
molestéis.
34 Al forastero que reside junto a vosotros, le miraréis como a uno de
vuestro pueblo y lo amarás como a ti mismo; pues forasteros fuisteis
vosotros en la tierra de Egipto. Yo, Yahveh, vuestro Dios.