8 El que lo coma, cargará con su iniquidad, porque ha profanado la
Santidad de Yahveh. Esa persona será extirpada de entre su parentela.
9 Cuando cosechéis la mies de vuestra tierra, no siegues hasta el borde
de tu campo, ni espigues los restos de tu mies.
10 Tampoco harás rebusco de tu viña, ni recogerás de tu huerto los
frutos caídos; los dejarás para el pobre y el forastero. Yo, Yahveh, vuestro
Dios.
11 No hurtaréis; no mentiréis ni os defraudaréis unos a otros.
12 No juraréis en falso por mi nombre: profanarías el nombre de tu
Dios. Yo, Yahveh.
13 No oprimirás a tu prójimo, ni lo despojarás. No retendrás el salario
del jornalero hasta el día siguiente.
14 No maldecirás a un mudo, ni pondrás tropiezo ante un ciego, sino
que temerás a tu Dios. Yo, Yahveh.
15 Siendo juez no hagas injusticia, ni por favor del pobre, ni por
respeto al grande: con justicia juzgarás a tu prójimo.
16 No andes difamando entre los tuyos; no demandes contra la vida de
tu prójimo. Yo, Yahveh.
17 No odies en tu corazón a tu hermano, pero corrige a tu prójimo,
para que no te cargues con pecado por su causa.
18 No te vengarás ni guardarás rencor contra los hijos de tu pueblo.
Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo, Yahveh.
19 Guardad mis preceptos. No aparearás ganado tuyo de diversa
especie. No siembres tu campo con dos clases distintas de grano. No uses
ropa de dos clases de tejido.
20 Si un hombre se acuesta maritalmente con una mujer que es una
sierva perteneciente a otro, sin que haya sido rescatada ni liberada, será él
castigado, pero no con pena de muerte, pues ella no era libre.
21 El ofrecerá un carnero, su sacrificio de reparación para Yahveh, a
la entrada de la Tienda del Encuentro; será un carnero de reparación.
22 Con el carnero de reparación, el sacerdote hará expiación por él
ante Yahveh por el pecado que cometió, y se le perdonará su pecado.
23 Cuando entréis en la tierra y plantéis toda clase de árboles frutales,
consideraréis impuro su fruto, como incircunciso; por tres años os
serán
como incircuncisos y no se podrán comer.
24 Al cuarto año todos su frutos serán consagrados en fiesta de
alabanza en honor de Yahveh.
25 Y en el quinto año podréis comer de su fruto y almacenar en
vuestro provecho su producto. Yo, Yahveh, vuestro Dios.
26 No comáis nada con sangre. No practiquéis encantamiento ni
astrología.