...la Biblia de Jerusalén
Levítico 20, 26-27
26 Sed, pues, santos para mí, porque yo, Yahveh, soy santo, y os he
separado de entre los pueblos, para que seáis míos.
27 El hombre o la mujer en que haya espíritu de nigromante o adivino,
morirá sin remedio: los lapidarán. Caerá su sangre sobre ellos.