10 Ningún laico comerá de las cosas sagradas; ningún huésped del
sacerdote ni jornalero suyo comerá de las cosas sagradas.
11 Pero si un sacerdote con su dinero compra una persona, ésta podrá
comer de las cosas sagradas; y también el siervo nacido en la casa: ambos
pueden comer del pan del sacerdote.