12 La hija de un sacerdote, casada con un laico, no podrá comer de la
ofrenda reservada de las cosas sagradas.
13 Pero si la hija de un sacerdote queda viuda o es repudiada, y sin
tener prole vuelve a la casa de su padre, podrá comer del pan de su padre,
como en su juventud. Pero ningún laico comerá de él.