7 Pondrás sobre cada fila incienso puro, que hará del pan
un
memorial, manjar abrasado para Yahveh.
8 Se colocará en orden cada sábado en presencia continua ante
Yahveh de parte de los israelitas, como alianza perpetua.
9 Será de Aarón y de sus hijos, y lo comerán en lugar sagrado; porque
lo considerarás como cosa sacratísima, de los manjares que se abrasan para
Yahveh. Decreto perpetuo.
10 Había salido con los israelitas el hijo de una mujer israelita y
de
padre egipcio. Cuando el hijo de la israelita y un hombre de Israel riñeron
en el campo,
11 el hijo de la israelita blasfemó y maldijo el Nombre, por lo que le
llevaron ante Moisés. Su madre se llamaba Selomit, hija de Dibrí, de
la
tribu de Dan.
12 Lo retuvieron en custodia hasta decidir el caso por sentencia de
Yahveh.
13 Y entonces Yahveh habló a Moisés y dijo:
14 Saca al blasfemo fuera del campamento; todos los que lo oyeron
pongan las manos sobre su cabeza, y que lo lapide toda la comunidad.
15 Y hablarás así a los israelitas: Cualquier hombre que maldiga a su
Dios, cargará con su pecado.
16 Quien blasfeme el Nombre de Yahveh, será muerto; toda la
comunidad lo lapidará. Sea forastero o nativo, si blasfema el Nombre,
morirá.
17 El que hiera mortalmente a cualquier otro hombre, morirá.
18 El que hiera de muerte a un animal indemnizará por él: vida por
vida.
hará:
19 Si alguno causa una lesión a su prójimo, como él hizo así se le
20 fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente; se le
hará la
misma lesión que él haya causado a otro.
21 El que mate un animal, indemnizará por él; mas el que mate a un
hombre, morirá.
22 Del mismo modo juzgarás al forastero y al nativo; porque yo soy
Yahveh vuestro Dios.