20 Pero si nos rescata el campo, y éste se vende o otro, el campo no
podrá ser rescatado en adelante.
21 Ese campo, cuando quede libre en el jubileo, será consagrada a
Yahveh como campo de anatema y será propiedad del sacerdote.
22 Si alguno consagra a Yahveh un campo que compró y que no
forma parte de su propiedad,
23 el sacerdote calculará el importe de su valor hasta el año del
jubileo; y él pagará ese mismo día la suma de la tasación como cosa sagrada
de Yahveh.
24 El año del jubileo volverá el campo al vendedor, al que pertenece
como propiedad de la tierra.