Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Levítico 7, 8-23

8 El sacerdote que ofrece el holocausto de una persona se quedará con
la piel de la víctima que le han ofrecido.

9 También toda oblación cocida al horno y toda la preparada en
cazuela o en sartén pertenece al sacerdote que la ofrece;

10 pero toda oblación amasada con aceite, o seca, se dará a todos los
hijos de Aarón, en porciones iguales.

11 Esta es la ley del sacrificio de comunión que se ofrece a Yahveh:
12 Si se ofrece en alabanza, se ofrecerán, juntamente con el sacrificio

de alabanza, panes ázimos amasados con aceite, tortas ázimas untadas
de
aceite y tortas de flor de harina amasadas con aceite.

13 Se añadirá esta ofrenda a las tortas de pan fermentado y al
sacrificio de comunión en alabanza.

14 Se reservará una pieza de cada clase como ofrenda reservada a
Yahveh y corresponderá al sacerdote que derrama la sangre del sacrificio de
comunión.

15 La carne del sacrificio de comunión en alabanza se comerá el
mismo día de su ofrecimiento, sin dejar nada de ella para la
mañana
siguiente.

16 Si se ofrece la víctima en cumplimiento de un voto, o como
ofrenda voluntaria, se comerá el mismo día en que ha sido ofrecida,
y lo
que sobre deberá comerse al día siguiente.

17 Pero el tercer día será quemado lo que quede de la carne de la
víctima.

18 Si se come la carne de un sacrificio de comunión al tercer día, no
obtendrá favor el oferente del mismo; no se le tendrá en cuenta.
Será
abominación. Y quien coma de ella, cargará con su iniquidad.

19 No podrá comerse la carne que haya tocado cualquier cosa impura;
será consumida por el fuego. Toda persona pura podrá comer la carne.

20 Pero quien, en estado de impureza, coma carne del sacrificio de
comunión presentado a Yahveh, ése será exterminado de su parentela.

21 Si alguien toca cualquier cosa inmunda, sea inmundicia de hombre,
o de animal, o cualquier otra abominación impura y luego come de la carne
del sacrificio de comunión ofrecido a Yahveh, será exterminado de su
parentela.

22 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:


23 Habla a los israelitas y diles: No comeréis sebo de buey, ni de
cordero ni de cabra.