...la Biblia de Jerusalén
Lucas 12, 11-18
11 Cuando os lleven a las sinagogas, ante los magistrados y las
autoridades, no os preocupéis de cómo o con qué os defenderéis, o
qué
diréis,
12 porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel mismo momento lo
que conviene decir.»
13 Uno de la gente le dijo: «Maestro, di a mi hermano que reparta la
herencia conmigo.»
14 El le respondió: «¡Hombre! ¿quién me ha constituido juez o
repartidor entre vosotros?»
15 Y les dijo: «Mirad y guardaos de toda codicia, porque, aun en la
abundancia, la vida de uno no está asegurada por sus bienes.»
16 Les dijo una parábola: «Los campos de cierto hombre rico dieron
mucho fruto;
17 y pensaba entre sí, diciendo: “¿Qué haré, pues no tengo donde
reunir mi cosecha?”
18 Y dijo: “Voy a hacer esto: Voy a demoler mis graneros, y edificaré
otros más grandes y reuniré allí todo mi trigo y mis bienes,