...la Biblia de Jerusalén
Lucas 12, 16-25
16 Les dijo una parábola: «Los campos de cierto hombre rico dieron
mucho fruto;
17 y pensaba entre sí, diciendo: “¿Qué haré, pues no tengo donde
reunir mi cosecha?”
18 Y dijo: “Voy a hacer esto: Voy a demoler mis graneros, y edificaré
otros más grandes y reuniré allí todo mi trigo y mis bienes,
19 y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes en reserva para
muchos años. Descansa, come, bebe, banquetea.”
20 Pero Dios le dijo: “¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el
alma; las cosas que preparaste, ¿para quién serán?”
21 Así es el que atesora riquezas para sí, y no se enriquece en orden a
Dios.»
22 Dijo a sus discípulos: «Por eso os digo: No andéis preocupados por
vuestra vida, qué comeréis, ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis:
23 porque la vida vale más que el alimento, y el cuerpo más que el
vestido;
24 fijaos en los cuervos: ni siembran, ni cosechan; no tienen bodega ni
granero, y Dios los alimenta. ¡Cuánto más valéis vosotros que las aves!
25 Por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe,
añadir un codo a la medida de su vida?