...la Biblia de Jerusalén
Lucas 12, 17-31
17 y pensaba entre sí, diciendo: “¿Qué haré, pues no tengo donde
reunir mi cosecha?”
18 Y dijo: “Voy a hacer esto: Voy a demoler mis graneros, y edificaré
otros más grandes y reuniré allí todo mi trigo y mis bienes,
19 y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes en reserva para
muchos años. Descansa, come, bebe, banquetea.”
20 Pero Dios le dijo: “¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el
alma; las cosas que preparaste, ¿para quién serán?”
21 Así es el que atesora riquezas para sí, y no se enriquece en orden a
Dios.»
22 Dijo a sus discípulos: «Por eso os digo: No andéis preocupados por
vuestra vida, qué comeréis, ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis:
23 porque la vida vale más que el alimento, y el cuerpo más que el
vestido;
24 fijaos en los cuervos: ni siembran, ni cosechan; no tienen bodega ni
granero, y Dios los alimenta. ¡Cuánto más valéis vosotros que las aves!
25 Por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe,
añadir un codo a la medida de su vida?
26 Si, pues, no sois capaces ni de lo más pequeño, ¿por
qué
preocuparos de lo demás?
27 Fijaos en los lirios, cómo ni hilan ni tejen. Pero yo os digo que ni
Salomón en toda su gloria se vistió como uno de ellos.
28 Pues si a la hierba que hoy está en el campo y mañana se echa al
horno, Dios así la viste ¡cuánto más a vosotros, hombres de poca fe!
29 Así pues, vosotros no andéis buscando qué comer ni qué beber, y
no estéis inquietos.
30 Que por todas esas cosas se afanan los gentiles del mundo; y ya
sabe vuestro Padre que tenéis la necesidad de eso.
31 Buscad más bien su Reino, y esas cosas se os darán por añadidura.