...la Biblia de Jerusalén
Lucas 17, 7-18
7 «¿Quién de vosotros tiene un siervo arando o pastoreando y, cuando
regresa del campo, le dice: “Pasa al momento y ponte a la mesa?”
8 ¿No le dirá más bien: “Prepárame algo para cenar, y cíñete para
servirme hasta que haya comido y bebido, y después comerás y beberás
tú?”
9 ¿Acaso tiene que agradecer al siervo porque hizo lo que le fue
mandado?
10 De igual modo vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os fue
mandado, decid: Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos
hacer.»
11 Y sucedió que, de camino a Jerusalén, pasaba por los confines
entre Samaria y Galilea,
12 y, al entrar en un pueblo, salieron a su encuentro diez hombres
leprosos, que se pararon a distancia
13 y, levantando la voz, dijeron: «¡Jesús, Maestro, ten compasión de
nosotros!»
14 Al verlos, les dijo: «Id y presentaos a los sacerdotes.» Y sucedió
que, mientras iban, quedaron limpios.
15 Uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios en alta
voz;
16 y postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias; y
éste era un samaritano.
17 Tomó la palabra Jesús y dijo: «¿No quedaron limpios los diez? Los
otros nueve, ¿dónde están?
18 ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios sino este
extranjero?»