Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Lucas 2, 25-43

25 Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este
hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en
él el Espíritu Santo.

26 Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte
antes de haber visto al Cristo del Señor.

27 Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres
introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él,

28 le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:

29 «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se
vaya en paz;

30 porque han visto mis ojos tu salvación,

31 la que has preparado a la vista de todos los pueblos,

32 luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel.»

33 Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él.

34 Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Este está puesto para
caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción -

35 ¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! - a fin de que
queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.»

36 Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de
Aser, de edad avanzada; después de casarse había vivido siete años con su
marido,

37 y permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba
del Templo, sirviendo a Dios noche y día en ayunos y oraciones.

38 Como se presentase en aquella misma hora, alababa a Dios y
hablaba del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.

39 Así que cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor,
volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.

40 El niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia
de Dios estaba sobre él.

41 Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua.
42 Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la

fiesta

43 y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en

Jerusalén, sin saberlo su padres.