...la Biblia de Jerusalén
Lucas 2, 26-33
26 Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte
antes de haber visto al Cristo del Señor.
27 Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres
introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él,
28 le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
29 «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se
vaya en paz;
30 porque han visto mis ojos tu salvación,
31 la que has preparado a la vista de todos los pueblos,
32 luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel.»
33 Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él.