...la Biblia de Jerusalén
Lucas 2, 32-49
32 luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel.»
33 Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él.
34 Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Este está puesto para
caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción -
35 ¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! - a fin de que
queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.»
36 Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de
Aser, de edad avanzada; después de casarse había vivido siete años con su
marido,
37 y permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba
del Templo, sirviendo a Dios noche y día en ayunos y oraciones.
38 Como se presentase en aquella misma hora, alababa a Dios y
hablaba del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.
39 Así que cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor,
volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.
40 El niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia
de Dios estaba sobre él.
41 Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua.
42 Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la
fiesta
43 y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en
Jerusalén, sin saberlo su padres.
44 Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de
camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos;
45 pero al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca.
46 Y sucedió que, al cabo de tres días, le encontraron en el Templo
sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles;
47 todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus
respuestas.
48 Cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y su madre le dijo:
«Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo,
angustiados, te
andábamos buscando.»
49 El les dijo: «Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía
estar en la casa de mi Padre?»