25 El les dijo: «Pues bien, lo del César devolvédselo al César, y lo de
Dios a Dios.»
26 No pudieron sorprenderle en ninguna palabra ante el pueblo y,
maravillados por su respuesta, se callaron.
27 Acercándose algunos de los saduceos, esos que sostienen que no
hay resurrección, le preguntaron:
28 «Maestro, Moisés nos dejó escrito que si muere el hermano de
alguno, que estaba casado y no tenía hijos, que su hermano tome a la mujer
para dar descendencia a su hermano.