...la Biblia de Jerusalén
Lucas 22, 4-26
4 y se fue a tratar con los sumos sacerdotes y los jefes de la guardia
del modo de entregárselo.
5 Ellos se alegraron y quedaron con él en darle dinero.
6 El aceptó y andaba buscando una oportunidad para entregarle sin
que la gente lo advirtiera.
7 Llegó el día de los Azimos, en el que se había de sacrificar el
cordero de Pascua;
8 y envió a Pedro y a Juan, diciendo: «Id y preparadnos la Pascua para
que la comamos.»
9 Ellos le dijeron: «¿Dónde quieres que la preparemos?»
10 Les dijo: «Cuando entréis en la ciudad, os saldrá al paso un hombre
llevando un cántaro de agua; seguidle hasta la casa en que entre,
11 y diréis al dueño de la casa: “El Maestro te dice: ¿Dónde está la
sala donde pueda comer la Pascua con mis discípulos?”
12 El os enseñará en el piso superior una sala grande, ya dispuesta;
haced allí los preparativos.»
13 Fueron y lo encontraron tal como les había dicho, y prepararon la
Pascua.
14 Cuando llegó la hora, se puso a la mesa con los apóstoles;
15 y les dijo: «Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros
antes de padecer;
16 porque os digo que ya no la comeré más hasta que halle su
cumplimiento en el Reino de Dios.»
17 Y recibiendo una copa, dadas las gracias, dijo: «Tomad esto y
repartidlo entre vosotros;
18 porque os digo que, a partir de este momento, no beberé del
producto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios.»
19 Tomó luego pan, y, dadas las gracias, lo partió y se lo dio diciendo:
Este es mi cuerpo que es entregado por vosotros; haced esto en
recuerdo
mío.»
20 De igual modo, después de cenar, la copa, diciendo: «Esta copa es
la Nueva Alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros.
21 «Pero la mano del que me entrega está aquí conmigo sobre la mesa.
22 Porque el Hijo del hombre se marcha según está determinado. Pero,
¡ay de aquel por quien es entregado!»
23 Entonces se pusieron a discutir entre sí quién de ellos sería el que
iba a hacer aquello.
24 Entre ellos hubo también un altercado sobre quién de ellos parecía
ser el mayor.
25 El les dijo: «Los reyes de las naciones las dominan como señores
absolutos, y los que ejercen el poder sobre ellas se hacen
llamar
Bienhechores;
26 pero no así vosotros, sino que el mayor entre vosotros sea como el
más joven y el que gobierna como el que sirve.