...la Biblia de Jerusalén
Lucas 24, 23-32
23 y, al no hallar su cuerpo, vinieron diciendo que hasta habían visto
una aparición de ángeles, que decían que él vivía.
24 Fueron también algunos de los nuestros al sepulcro y lo hallaron tal
como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron.»
25 El les dijo: «¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo
que dijeron los profetas!
26 ¿No era necesario que el Cristo padeciera eso y entrara así en su
gloria?»
27 Y, empezando por Moisés y continuando por todos los profetas, les
explicó lo que había sobre él en todas las Escrituras.
28 Al acercarse al pueblo a donde iban, él hizo ademán de seguir
adelante.
29 Pero ellos le forzaron diciéndole: «Quédate con nosotros, porque
atardece y el día ya ha declinado.» Y entró a quedarse con ellos.
30 Y sucedió que, cuando se puso a la mesa con ellos, tomó el pan,
pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando.
31 Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron, pero él
desapareció de su lado.
32 Se dijeron uno a otro: «¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro
de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba
las
Escrituras?»