Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Lucas 24, 38-48

38 Pero él les dijo: «¿Por qué os turbáis, y por qué se suscitan dudas
en vuestro corazón?

39 Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que
un espíritu no tiene carne y huesos como véis que yo tengo.»

40 Y, diciendo esto, los mostró las manos y los pies.

41 Como ellos no acabasen de creerlo a causa de la alegría y
estuviesen asombrados, les dijo: «¿Tenéis aquí algo de comer?»

42 Ellos le ofrecieron parte de un pez asado.
43 Lo tomó y comió delante de ellos.

44 Después les dijo: «Estas son aquellas palabras mías que os hablé
cuando todavía estaba con vosotros: “Es necesario que se cumpla todo
lo
que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos acerca
de mí.”»

45 Y, entonces, abrió sus inteligencias para que comprendieran las
Escrituras,

46 y les dijo: «Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de
entre los muertos al tercer día

47 y se predicara en su nombre la conversión para perdón de los
pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén.

48 Vosotros sois testigos de estas cosas.