24 Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder
de perdonar pecados, - dijo al paralítico -: “A ti te digo, levántate, toma tu
camilla y vete a tu casa”.»
25 Y al instante, levantándose delante de ellos, tomó la camilla en que
yacía y se fue a su casa, glorificando a Dios.
26 El asombro se apoderó de todos, y glorificaban a Dios. Y llenos de
temor, decían: «Hoy hemos visto cosas increíbles.»