2 Os he amado, dice Yahveh. Y vosotros decís: ¿En qué nos has
amado? - ¿No era acaso Esaú el hermano de Jacob?, oráculo de Yahveh. Sin
embargo yo amé a Jacob,
3 y a Esaú le odié. Entregué sus montes a la desolación y su heredad a
los chacales del desierto.
4 Si dice Edom: «Hemos sido aplastados, pero volveremos a edificar
nuestras ruinas», así dice Yahveh Sebaot: Ellos edificarán,
mas yo
demoleré, y se les llamará: «Territorio de impiedad», y «Pueblo contra el
que Yahveh está irritado para siempre».
5 Vuestros ojos lo verán y vosotros diréis: «¡Grande es Yahveh más
allá del término de Israel!»
6 El hijo honra a su padre, el siervo a su señor. Pues si yo soy padre,
¿dónde está mi honra? Y si señor, ¿dónde mi temor?, dice Yahveh Sebaot a
vosotros sacerdotes que menospreciáis mi Nombre. - Decís: ¿En qué hemos
menospreciado tu Nombre? -
7 Presentando en mi altar pan impuro. - Y decís ahora: ¿En qué te
hemos manchado? - Pensando que la mesa de Yahveh es despreciable.