15 Más bien, llamamos felices a los arrogantes: aun haciendo el mal
prosperan, y aun tentando a Dios escapan libres.
16 Entonces los que temen a Yahveh se hablaron unos a otros. Y puso
atención Yahveh y oyó; y se escribió ante él un libro memorial en favor de
los que temen a Yahveh y piensan en su Nombre.
17 Serán ellos para mí, dice Yahveh Sebaot, en el día que yo preparo,
propiedad personal; y yo seré indulgente con ellos como es indulgente un
padre con el hijo que le sirve.
18 Entonces vosotros volveréis a distinguir entre el justo y el impío,
entre quien sirve a Dios y quien no le sirve.
19 Pues he aquí que viene el Día, abrasador como un horno; todos los
arrogantes y los que cometen impiedad serán como paja; y los consumirá el
Día que viene, dice Yahveh Sebaot, hasta no dejarles raíz ni rama.
20 Pero para vosotros, los que teméis mi Nombre, brillará el sol de
justicia con la salud en sus rayos, y saldréis brincando como becerros bien
cebados fuera del establo.
21 Y pisotearéis a los impíos, porque serán ellos ceniza bajo la planta
de vuestros pies, el día que yo preparo, dice Yahveh Sebaot.