17 Serán ellos para mí, dice Yahveh Sebaot, en el día que yo preparo,
propiedad personal; y yo seré indulgente con ellos como es indulgente un
padre con el hijo que le sirve.
18 Entonces vosotros volveréis a distinguir entre el justo y el impío,
entre quien sirve a Dios y quien no le sirve.
19 Pues he aquí que viene el Día, abrasador como un horno; todos los
arrogantes y los que cometen impiedad serán como paja; y los consumirá el
Día que viene, dice Yahveh Sebaot, hasta no dejarles raíz ni rama.
20 Pero para vosotros, los que teméis mi Nombre, brillará el sol de
justicia con la salud en sus rayos, y saldréis brincando como becerros bien
cebados fuera del establo.
21 Y pisotearéis a los impíos, porque serán ellos ceniza bajo la planta
de vuestros pies, el día que yo preparo, dice Yahveh Sebaot.
22 Acordaos de la Ley de Moisés, mi siervo, a quien yo prescribí en el
Horeb preceptos y normas para todo Israel.
23 He aquí que yo os envío al profeta Elías antes que llegue el Día de
Yahveh, grande y terrible.
24 El hará volver el corazón de los padres a los hijos, y el corazón de
los hijos a los padres; no sea que venga yo a herir la tierra de anatema.