30 quedará sin recibir el ciento por uno: ahora al presente, casas,
hermanos, hermanas, madres, hijos y hacienda, con persecuciones; y en el
mundo venidero, vida eterna.
31 Pero muchos primeros serán últimos y los últimos, primeros.»
32 Iban de camino subiendo a Jerusalén, y Jesús marchaba delante de
ellos; ellos estaban sorprendidos y los que le seguían tenían miedo. Tomó
otra vez a los Doce y comenzó a decirles lo que le iba a suceder:
33 «Mirad que subimos a Jerusalén, y el Hijo del hombre será
entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas; le condenarán a muerte y
le entregarán a los gentiles,
34 y se burlarán de él, le escupirán, le azotarán y le matarán, y a los
tres días resucitará.»
35 Se acercan a él Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le dicen:
«Maestro, queremos, nos concedas lo que te pidamos.»
36 El les dijo: «¿Qué queréis que os conceda?»
37 Ellos le respondieron: «Concédenos que nos sentemos en tu gloria,
uno a tu derecha y otro a tu izquierda.»
38 Jesús les dijo: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que
yo voy a beber, o ser bautizados con el bautismo con que yo voy a
ser
bautizado?»