6 Todavía le quedaba un hijo querido; les envió a éste, el último,
diciendo: “A mi hijo le respetarán”.
7 Pero aquellos labradores dijeron entre sí: “Este es el heredero.
Vamos, matémosle, y será nuestra la herencia.”
8 Le agarraron, le mataron y le echaron fuera de la viña.
9 ¿Qué hará el dueño de la viña? Vendrá y dará muerte a los
labradores y entregará la viña a otros.
10 ¿No habéis leído esta Escritura: = La piedra que los constructores
desecharon, en piedra angular se ha convertido; =
11 = fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos?» =
12 Trataban de detenerle - pero tuvieron miedo a la gente - porque
habían comprendido que la parábola la había dicho por ellos. Y dejándole,
se fueron.
13 Y envían donde él algunos fariseos y herodianos, para cazarle en
alguna palabra.
14 Vienen y le dicen: «Maestro, sabemos que eres veraz y que no te
importa por nadie, porque no miras la condición de las personas, sino que
enseñas con franqueza el camino de Dios: ¿Es lícito pagar tributo al César o
no? ¿Pagamos o dejamos de pagar?»
15 Mas él, dándose cuenta de su hipocresía, les dijo: «¿Por qué me
tentáis? Traedme un denario, que lo vea.»