9 «Pero vosotros mirad por vosotros mismos; os entregarán a los
tribunales, seréis azotados en las sinagogas y compareceréis
ante
gobernadores y reyes por mi causa, para que deis testimonio ante ellos.
10 Y es preciso que antes sea proclamada la Buena Nueva a todas las
naciones.
11 «Y cuando os lleven para entregaros, no os preocupéis de qué vais
a hablar; sino hablad lo que se os comunique en aquel momento. Porque no
seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu Santo.
12 Y entregará a la muerte hermano a hermano y padre a hijo; se
levantarán hijos contra padres y los matarán.