21 Porque el Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay
de aquel por quien el Hijo del hombre es entregado! ¡Más le valdría a ese
hombre no haber nacido!»
22 Y mientras estaban comiendo, tomó pan, lo bendijo, lo partió y se
lo dio y dijo: «Tomad, este es mi cuerpo.»
23 Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio, y bebieron
todos de ella.