40 Volvió otra vez y los encontró dormidos, pues sus ojos estaban
cargados; ellos no sabían qué contestarle.
41 Viene por tercera vez y les dice: «Ahora ya podéis dormir y
descansar. Basta ya. Llegó la hora. Mirad que el Hijo del hombre va a ser
entregado en manos de los pecadores.
42 ¡Levantaos! ¡vámonos! Mirad, el que me va a entregar está cerca.»