Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Marcos 15, 8-26

8 Subió la gente y se puso a pedir lo que les solía conceder.

9 Pilato les contestó: «¿Queréis que os suelte al Rey de los judíos?»

10 (Pues se daba cuenta de que los sumos sacerdotes le habían
entregado por envidia.)

11 Pero los sumos sacerdotes incitaron a la gente a que dijeran que les
soltase más bien a Barrabás.

12 Pero Pilato les decía otra vez: «Y ¿qué voy a hacer con el que
llamáis el Rey de los judíos?»

13 La gente volvió a gritar: «¡Crucifícale!»

14 Pilato les decía: «Pero ¿qué mal ha hecho?» Pero ellos gritaron con
más fuerza: «Crucifícale!»

15 Pilato, entonces, queriendo complacer a la gente, les soltó a
Barrabás y entregó a Jesús, después de azotarle, para que fuera crucificado.

16 Los soldados le llevaron dentro del palacio, es decir, al pretorio y
llaman a toda la cohorte.

17 Le visten de púrpura y, trenzando una corona de espinas, se la
ciñen.

18 Y se pusieron a saludarle: «¡Salve, Rey de los judíos!»

19 Y le golpeaban en la cabeza con una caña, le escupían y, doblando
las rodillas, se postraban ante él.

20 Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron la púrpura, le
pusieron sus ropas y le sacan fuera para crucificarle.

21 Y obligaron a uno que pasaba, a Simón de Cirene, que volvía del
campo, el padre de Alejandro y de Rufo, a que llevara su cruz.

22 Le conducen al lugar del Gólgota, que quiere decir: Calvario.
23 Le daban vino con mirra, pero él no lo tomó.

24 Le crucifican y se reparten sus vestidos, echando a suertes a ver
qué se llevaba cada uno.

25 Era la hora tercia cuando le crucificaron.

26 Y estaba puesta la inscripción de la causa de su condena: «El Rey
de los judíos.»