7 Pero id a decir a sus discípulos y a Pedro que irá delante de vosotros
a Galilea; allí le veréis, como os dijo.»
8 Ellas salieron huyendo del sepulcro, pues un gran temblor y espanto
se había apoderado de ellas, y no dijeron nada a nadie porque tenían
miedo...
9 Jesús resucitó en la madrugada, el primer día de la semana, y se
apareció primero a María Magdalena, de la que había echado
siete
demonios.
10 Ella fue a comunicar la noticia a los que habían vivido con él, que
estaban tristes y llorosos.
11 Ellos, al oír que vivía y que había sido visto por ella, no creyeron.
12 Después de esto, se apareció, bajo otra figura, a dos de ellos
cuando iban de camino a una aldea.
13 Ellos volvieron a comunicárselo a los demás; pero tampoco
creyeron a éstos.
14 Por último, estando a la mesa los once discípulos, se les apareció y
les echó en cara su incredulidad y su dureza de corazón, por no haber creído
a quienes le habían visto resucitado.
15 Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a
toda la creación.
16 El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se
condenará.
17 Estas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi
nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas,
18 agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les
hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien.»
19 Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo
y se sentó a la diestra de Dios.