26 cómo entró en la Casa de Dios, en tiempos del Sumo Sacerdote
Abiatar, y comió los panes de la presencia, que sólo a los
sacerdotes es
lícito comer, y dio también a los que estaban con él?»
27 Y les dijo: «El sábado ha sido instituido para el hombre y no
el
hombre para el sábado.
28 De suerte que el Hijo del hombre también es señor del sábado.»