...la Biblia de Jerusalén
Marcos 3, 25-35
25 Si una casa está dividida contra sí misma, esa casa no podrá
subsistir.
26 Y si Satanás se ha alzado contra sí mismo y está dividido, no puede
subsistir, pues ha llegado su fin.
27 Pero nadie puede entrar en la casa del fuerte y saquear su ajuar, si
no ata primero al fuerte; entonces podrá saquear su casa.
28 Yo os aseguro que se perdonará todo a los hijos de los hombres, los
pecados y las blasfemias, por muchas que éstas sean.
29 Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón
nunca, antes bien, será reo de pecado eterno.»
30 Es que decían: «Está poseído por un espíritu inmundo.»
31 Llegan su madre y sus hermanos, y quedándose fuera, le envían a
llamar.
32 Estaba mucha gente sentada a su alrededor. Le dicen: «¡Oye!, tu
madre, tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan.»
33 El les responde: «¿Quién es mi madre y mis hermanos?»
34 Y mirando en torno a los que estaban sentados en corro, a su
alrededor, dice: «Estos son mi madre y mis hermanos.
35 Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana
y mi madre.»