...la Biblia de Jerusalén
Marcos 4, 22-26
22 Pues nada hay oculto si no es para que sea manifestado; nada ha
sucedido en secreto, sino para que venga a ser descubierto.
23 Quien tenga oídos para oír, que oiga.»
24 Les decía también: «Atended a lo que escucháis. Con la medida
con que midáis, se os medirá y aun con creces.
25 Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene, aun lo que tiene se
le quitará.»
26 También decía: «El Reino de Dios es como un hombre que echa el
grano en la tierra;