38 Entonces le interpelaron algunos escribas y fariseos: «Maestro,
queremos ver una señal hecha por ti.»
39 Mas él les respondió: «¡Generación malvada y adúltera! Una señal
pide, y no se le dará otra señal que la señal del profeta Jonás.
40 Porque de la misma manera que Jonás = estuvo en el vientre del
cetáceo tres días y tres noches, = así también el Hijo del hombre estará en el
seno de la tierra tres días y tres noches.
41 Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la
condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí
hay algo más que Jonás.
42 La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con esta generación
y la condenará; porque ella vino de los confines de la tierra a
oír la
sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón.
43 «Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda vagando por
lugares áridos en busca de reposo, pero no lo encuentra.
44 Entonces dice: “Me volveré a mi casa, de donde salí.” Y al llegar la
encuentra desocupada, barrida y en orden.
45 Entonces va y toma consigo otros siete espíritus peores que él;
entran y se instalan allí, y el final de aquel hombre viene a ser peor que el
principio. Así le sucederá también a esta generación malvada.»
46 Todavía estaba hablando a la muchedumbre, cuando su madre y
sus hermanos se presentaron fuera y trataban de hablar con él.
47 Alguien le dijo: «¡Oye! ahí fuera están tu madre y tus hermanos
que desean hablarte.»
48 Pero él respondió al que se lo decía: «¿Quién es mi madre y
quiénes son mis hermanos?»