Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Mateo 13, 32-49

32 Es ciertamente más pequeña que cualquier semilla, pero cuando
crece es mayor que las hortalizas, y se hace árbol, hasta el punto de que las
aves del cielo vienen y anidan en sus ramas.»

33 Les dijo otra parábola: «El Reino de los Cielos es semejante a la
levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta
que fermentó todo.»

34 Todo esto dijo Jesús en parábolas a la gente, y nada les hablaba sin
parábolas,

35 para que se cumpliese el oráculo del profeta: = Abriré en parábolas
mi boca, publicaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo. =

36 Entonces despidió a la multitud y se fue a casa. Y se le acercaron
sus discípulos diciendo: «Explícanos la parábola de la cizaña del campo.»

37 El respondió: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del
hombre;

38 el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino; la
cizaña son los hijos del Maligno;

39 el enemigo que la sembró es el Diablo; la siega es el fin del mundo,
y los segadores son los ángeles.

40 De la misma manera, pues, que se recoge la cizaña y se la quema
en el fuego, así será al fin del mundo.

41 El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, que recogerán de su
Reino todos los escándalos y a los obradores de iniquidad,

42 y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar
de dientes.

43 Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre.

El que tenga oídos, que oiga.


44 «El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un
campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría
que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel.»

45 «También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que
anda buscando perlas finas,

46 y que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que
tiene y la compra.

47 «También es semejante el Reino de los Cielos a una red que se
echa en el mar y recoge peces de todas clases;

48 y cuando está llena, la sacan a la orilla, se sientan, y recogen en
cestos los buenos y tiran los malos.

49 Así sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles, separarán a los
malos de entre los justos