...la Biblia de Jerusalén
Mateo 14, 23-35
23 Después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar; al
atardecer estaba solo allí.
24 La barca se hallaba ya distante de la tierra muchos estadios,
zarandeada por las olas, pues el viento era contrario.
25 Y a la cuarta vigilia de la noche vino él hacia ellos, caminando
sobre el mar.
26 Los discípulos, viéndole caminar sobre el mar, se turbaron y
decían: «Es un fantasma», y de miedo se pusieron a gritar.
27 Pero al instante les habló Jesús diciendo: «¡Animo!, que soy yo; no
temáis.»
28 Pedro le respondió: «Señor, si eres tú, mándame ir donde ti sobre
las aguas.»
29 «¡Ven!», le dijo. Bajó Pedro de la barca y se puso a caminar sobre
las aguas, yendo hacia Jesús.
30 Pero, viendo la violencia del viento, le entró miedo y, como
comenzara a hundirse, gritó: «¡Señor, sálvame!»
31 Al punto Jesús, tendiendo la mano, le agarró y le dice: «Hombre de
poca fe, ¿por qué dudaste?»
32 Subieron a la barca y amainó el viento.
33 Y los que estaban en la barca se postraron ante él diciendo:
«Verdaderamente eres Hijo de Dios.»
34 Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret.
35 Los hombres de aquel lugar, apenas le reconocieron, pregonaron la
noticia por toda aquella comarca y le presentaron todos los enfermos.