Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Mateo 20, 2-21

2 Habiéndose ajustado con los obreros en un denario al día, los envió
a su viña.

3 Salió luego hacia la hora tercia y al ver a otros que estaban
en la
plaza parados,

4 les dijo: “Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo.”
5 Y ellos fueron. Volvió a salir a la hora sexta y a la nona e hizo lo

mismo.

6 Todavía salió a eso de la hora undécima y, al encontrar a otros que
estaban allí, les dice: “¿Por qué estáis aquí todo el día parados?”

7 Dícenle: “Es que nadie nos ha contratado.” Díceles: “Id también
vosotros a la viña.”

8 Al atardecer, dice el dueño de la viña a su administrador: “Llama a
los obreros y págales el jornal, empezando por los últimos hasta
los
primeros.”


uno.

9 Vinieron, pues, los de la hora undécima y cobraron un denario cada

10 Al venir los primeros pensaron que cobrarían más, pero ellos

también cobraron un denario cada uno.

11 Y al cobrarlo, murmuraban contra el propietario,

12 diciendo: “Estos últimos no han trabajado más que una hora, y les
pagas como a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el calor.”

13 Pero él contestó a uno de ellos: “Amigo, no te hago ninguna
injusticia. ¿No te ajustaste conmigo en un denario?

14 Pues toma lo tuyo y vete. Por mi parte, quiero dar a este último lo
mismo que a ti.

15 ¿Es que no puedo hacer con lo mío lo que quiero? ¿O va a ser tu
ojo malo porque yo soy bueno?”.

16 Así, los últimos serán primeros y los primeros, últimos.»

17 Cuando iba subiendo Jesús a Jerusalén, tomó aparte a los Doce, y
les dijo por el camino:

18 «Mirad que subimos a Jerusalén, y el Hijo del hombre será
entregado a los sumos sacerdotes y escribas; le condenarán a muerte

19 y le entregarán a los gentiles, para burlarse de él, azotarle y
crucificarle, y al tercer día resucitará.

20 Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus
hijos, y se postró como para pedirle algo.

21 El le dijo: «¿Qué quieres?» Dícele ella: «Manda que estos dos hijos
míos se sienten, uno a tu derecha y otro a tu izquierda, en tu Reino.»