17 Y dejándolos, salió fuera de la ciudad, a Betania, donde pasó la
noche.
18 Al amanecer, cuando volvía a la ciudad, sintió hambre;
19 y viendo una higuera junto al camino, se acercó a ella, pero no
encontró en ella más que hojas. Entonces le dice: «¡Que nunca jamás brote
fruto de ti!» Y al momento se secó la higuera.