35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
36 Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles de los
cielos, ni el Hijo, sino sólo el Padre.
37 «Como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre.
38 Porque como en los días que precedieron al diluvio, comían,
bebían, tomaban mujer o marido, hasta el día en que entró Noé en el arca,
39 y no se dieron cuenta hasta que vino el diluvio y los arrastró
a
todos, así será también la venida del Hijo del hombre.
40 Entonces, estarán dos en el campo: uno es tomado, el otro dejado;
41 dos mujeres moliendo en el molino: una es tomada, la otra dejada.
42 «Velad, pues, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.
43 Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora de la noche
iba a venir el ladrón, estaría en vela y no permitiría que le
horadasen su
casa.
44 Por eso, también vosotros estad preparados, porque en el momento
que no penséis, vendrá el Hijo del hombre.