42 «Velad, pues, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.
43 Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora de la noche
iba a venir el ladrón, estaría en vela y no permitiría que le
horadasen su
casa.
44 Por eso, también vosotros estad preparados, porque en el momento
que no penséis, vendrá el Hijo del hombre.
45 «¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, a quien el señor puso al
frente de su servidumbre para darles la comida a su tiempo?
46 Dichoso aquel siervo a quien su señor, al llegar,
encuentre
haciéndolo así.
47 Yo os aseguro que le pondrá al frente de toda su hacienda.
48 Pero si el mal siervo aquel se dice en su corazón: “Mi señor tarda”,