Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Mateo 26, 37-44

37 Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó
a sentir tristeza y angustia.

38 Entonces les dice: «Mi alma está triste hasta el punto de morir;
quedaos aquí y velad conmigo.»

39 Y adelantándose un poco, cayó rostro en tierra, y suplicaba así:

«Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa, pero no sea como yo
quiero, sino como quieras tú.»

40 Viene entonces donde los discípulos y los encuentra dormidos; y
dice a Pedro: «¿Conque no habéis podido velar una hora conmigo?

41 Velad y orad, para que no caigáis en tentación; que el espíritu está
pronto, pero la carne es débil.»

42 Y alejándose de nuevo, por segunda vez oró así: «Padre mío, si esta
copa no puede pasar sin que yo la beba, hágase tu voluntad.»

43 Volvió otra vez y los encontró dormidos, pues sus ojos estaban
cargados.

44 Los dejó y se fue a orar por tercera vez, repitiendo las mismas
palabras.