5 Acudía entonces a él Jerusalén, toda Judea y toda la región del
Jordán,
6 y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados.
7 Pero viendo él venir muchos fariseos y saduceos al bautismo, les
dijo: «Raza de víboras, ¿quién os ha enseñado a huir de la ira inminente?
8 Dad, pues, fruto digno de conversión,
9 y no creáis que basta con decir en vuestro interior: “Tenemos por
padre a Abraham”; porque os digo que puede Dios de estas piedras dar hijos
a Abraham.
10 Ya está el hacha puesta a la raíz de los árboles; y todo árbol que no
dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego.