14 «Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad
situada en la cima de un monte.
15 Ni tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo del
celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en
la casa.
16 Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean
vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
17 «No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he
venido a abolir, sino a dar cumplimiento.
18 Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que pase una i o
una tilde de la Ley sin que todo suceda.
19 Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más
pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de
los Cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el
Reino de los Cielos.
20 «Porque os digo que, si vuestra justicia no es mayor que la de los
escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos.
21 «Habéis oído que se dijo a los antepasados: = No matarás; = y
aquel que mate será reo ante el tribunal.