...la Biblia de Jerusalén
Mateo 8, 18-24
18 Viéndose Jesús rodeado de la muchedumbre, mandó pasar a la otra
orilla.
19 Y un escriba se acercó y le dijo: «Maestro, te seguiré adondequiera
que vayas.»
20 Dícele Jesús: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo
nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.»
21 Otro de los discípulos le dijo: «Señor, déjame ir primero a enterrar
a mi padre.»
22 Dícele Jesús: «Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus
muertos.»
23 Subió a la barca y sus discípulos le siguieron.
24 De pronto se levantó en el mar una tempestad tan grande que la
barca quedaba tapada por las olas; pero él estaba dormido.