Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Mateo 8, 2-10

2 En esto, un leproso se acercó y se postró ante él, diciendo: «Señor, si
quieres puedes limpiarme.»

3 El extendió la mano, le tocó y dijo: «Quiero, queda limpio.» Y al
instante quedó limpio de su lepra.

4 Y Jesús le dice: «Mira, no se los digas a nadie, sino vete, muéstrate
al sacerdote y presenta la ofrenda que prescribió Moisés, para que les sirva
de testimonio.

5 Al entrar en Cafarnaúm, se le acercó un centurión y le rogó

6 diciendo: «Señor, mi criado yace en casa paralítico con terribles
sufrimientos.»

7 Dícele Jesús: «Yo iré a curarle.»

8 Replicó el centurión: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi
techo; basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano.

9 Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis
órdenes, y digo a éste: “Vete”, y va; y a otro: “Ven”, y viene; y a mi siervo:
“Haz esto”, y lo hace.»

10 Al oír esto Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: «Os
aseguro que en Israel no he encontrado en nadie una fe tan grande.