3 Pero he aquí que algunos escribas dijeron para sí: «Este está
blasfemando.»
4 Jesús, conociendo sus pensamientos, dijo: «¿Por qué pensáis mal en
vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: “Tus pecados te
son
perdonados”, o decir:
5 “Levántate y anda”?
6 Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder
de perdonar pecados - dice entonces al paralítico -: “Levántate, toma
tu
camilla y vete a tu casa”.»