1 ¡Ay de aquellos que meditan iniquidad, que traman maldad en sus
lechos y al despuntar la mañana lo ejecutan, porque está en poder
de sus
manos!
2 Codician campos y los roban, casas, y las usurpan; hacen violencia
al hombre y a su casa, al individuo y a su heredad.
3 Por eso, así dice Yahveh: He aquí que yo medito, contra esta ralea,
una hora de infortunio de la que no podréis sustraer vuestro cuello.
¡No
andaréis con altivez, porque será un tiempo de desgracia!
4 Aquel día se proferirá sobre vosotros una sátira, se plañirá una
lamentación y se dirá: «¡Estamos despojados del todo; la porción de
mi
pueblo se ha medido a cordel, y no hay quien restituya; a nuestros
saqueadores les tocan nuestros campos!»
5 Por eso no habrá para vosotros nadie que tire el cordel sobre un lote
en la asamblea de Yahveh.
6 «¡No babeéis - babean ellos - que no babeen de esa manera! ¡El
oprobio no nos alcanzará!