2 ¡Ha desaparecido de la tierra el fiel, no queda un justo entre
los
hombres! Todos acechan en busca de sangre, cada cual atrapa en la red a su
hermano.
3 Para el mal sus dos manos adiestran: el príncipe exige, y también el
juez, recompensa; el grande habla de la codicia de su alma, y él y ellos lo
urden.
4 Su bondad es como cardo, peor que un zarzal su rectitud. ¡El día de
tus centinelas, tu visita ha llegado! ¡Ahora será su consternación!