16 multiplica tus mercaderes más que las estrellas del cielo, se
despliegan los pulgones y se vuelan,
17 tus guardias como langostas, y tus escribas como enjambres de
insectos, que se posan en las tapias en un día de frío; sale el sol y se van, y
nadie sabe dónde. ¡Ay, cómo están