29 y el resto del pueblo, los sacerdotes y los levitas los porteros, los
cantores, los donados y todos los separados de las gentes del país
para
seguir la Ley de Dios, sus mujeres, sus hijos y sus hijas, cuantos tienen uso
de razón,
30 se adhieren a sus hermanos y a los nobles y se comprometen por
imprecación y juramento a caminar en la Ley de Dios, que fue dada
por
mano de Moisés, siervo de Dios, y a guardar y practicar todos los
mandamientos de Yahveh nuestro Señor, sus normas y sus leyes.